Se la conoce en castellano como la postura del palo.
Posición de partida:
Tumbado en supino con los brazos a los lados del cuerpo.
Dinámica:
Inspira durante 3 segundos al mismo tiempo que elevas los brazos extendidos hasta posicionarlos por detrás a lo lardo del cuerpo, tensionando simultáneamente piernas y pies hacia abajo. De tal manera que todo el cuerpo quede extendido longitudinalmente sobre el suelo.
Posición estática:
La de la imagen. Retén la respiración durante 6 segundos. Regresa lentamente aflojando a la posición de partida. Focaliza en el contraste tensión relajación.
Beneficios:
Corrige molestias por malos hábitos posturales. Mantiene en condiciones óptimas de fuerza y flexibilidad los músculos. Relaja los músculos abdominales y pélvicos. Ayuda a vencer fatiga y estrés.
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